Juan Lobato, líder del PSOE madrileño, compareció como testigo durante casi dos horas en el Tribunal Supremo en el caso sobre la filtración a los medios de un correo del abogado de Alberto González Amador en el que el letrado ofrece a la Fiscalía un pacto que libre a su cliente de la cárcel a cambio de que este reconozca haber cometido dos delitos fiscales. Lobato había decidido acudir en noviembre a un notario para registrar unos mensajes de WhatsApp que se había cruzado en marzo con Pilar Sánchez Acera, que entonces trabajaba en La Moncloa en el Gabinete del presidente, en los que señalaba que esta le había pasado el correo de la confesión de la pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y su intento de pacto con la Fiscalía.
