El Barcelona salió con hambre y fuego a recuperar el orgullo perdido en la derrota de la final de la Champions de Lisboa. Ante el Bayern de Múnich, en casa, prácticamente todo le salió bien al Barça: recuperó su identidad insaciable, intermitente la temporada pasada, evidenció tener el mejor centro del campo del mundo y goleó en un recital ofensivo inaugurado por Alexia Putellas (7-1). El Barcelona dejó al Bayern en anécdota. Las azulgranas fueron muy superiores al equipo alemán, que despertó ocasionalmente señalando los despistes del Barça y la calidad de Klara Bühl. El camino hacia Oslo empieza con buen sabor de boca.
